Un buen souls también puede ser predecible: Lies of P y Elden Ring
Pinocho y el futuro de las consolas (sin consolas).
Es innegable que sigo comprometido con el Ruido: en una semana donde la expansión de Elden Ring, Shadow of the Erdtree, domina la conversación, yo estoy jugando a otro videojuego que lo fue el año pasado: Lies of P. No es que no tenga ganas de volver a sufrir con las idas de olla de Miyazaki y su equipo -de hecho, estoy deseándolo- sino porque ya sabes que me he autoimpuesto terminar juegos antes de empezar otros nuevos.
Bueno, de vez en cuando peco y alterno con un par de juegos a la vez, me vas a perdonar.
Adentrarme en Lies of P me ha servido para recuperar este artículo que escribí el año pasado (Ruido cumple un año, por cierto), y confirmar que, aunque es una obra inspirada por Bloodborne y el trabajo de FromSoftware, destila un olor particular que me está gustando mucho. De hecho, me ha hecho hacer otra compra de la que te hablaré unos párrafos más abajo. Y también me he dado cuenta de que, a veces, lo que asumimos como algo positivo y que forma parte del ADN de los mejores souls, puede dejarse de lado en otras propuestas y que sigan siendo igualmente recomendables.
Lies of P es un juego profundamente previsible. Abraza el concepto souls hasta las máximas consecuencias, pero sigue una estructura que a las pocas horas comprendes, asimilas y te permiten actuar en consecuencia. Es diametralmente opuesto a la experiencia que suele ofrecer FromSoftware con sus obras, donde nunca sabes exactamente hacia dónde debes dirigirte, desde dónde va a llegarte el nuevo peligro y en qué momento vas a estar en una sala con un jefe que te va a hacer perder todas esas almas que no has gestionado prudentemente.
Todas las fases que he jugado hasta ahora en Lies of P siguen la misma estructura: avanzas, te encuentras con algún camino secundario que te lleva hasta algún cofre o atajo (para acortar el camino desde la hoguera), y llegar al enfrentamiento con el jefe de la zona, muy claramente delimitado. Hasta los enemigos que son más fuertes suelen mostrarse a la distancia, para que no tengas que enfrentarte a ellos por sorpresa. Y tienes un objeto de usos ilimitados que puedes usar en cualquier momento para volver a lugar seguro.
Esta estructura permite adelantarse a los acontecimientos y disfrutar de una exploración sin ansiedad, y me explico. En los juegos de FromSoftware, especialmente en Elden Ring, se juega continuamente con la percepción de que dejas caminos y cosas por hacer. Sea verdad o no, los juegos quieren ofrecer esa impresión; estás avanzando por un camino pero sabes que te has dejado otro, o que si te pierdes un poco por su vasto mundo encontrarás alguna cueva o mazmorra. En Lies of P, cuando avanzas un poco por el camino y compruebas que no termina en ese cofre o atajo mencionado, sabes que debes darte la vuelta e ir por el otro que has dejado de lado, porque de lo contrario llegarás hasta el jefe. No hay lugar para mucha sorpresa pero tampoco para generar esa ansiedad.
Funciona, a su manera y con su propia personalidad. Es algo que ahora no veo -demasiado-, pero que hace años me ponía de muy mala leche: críticas profesionales o de jugadores a títulos que no ofrecían la misma libertad que otros, o que no tenían contenidos secundarios, o lo que fuera, y por eso eran automáticamente peores. ¿Por qué? Cada obra ofrece un tipo de experiencia diferente. Te puede gustar más una que otra, pero no deberíamos decir abiertamente que la de Elden Ring es mejor que la de Lies of P. ¿Cuál te gusta más? Esa es la pregunta, no cuál es mejor.
Aunque en este caso, vale, todos lo sabemos.
Pinocho es más sombrío de lo que recuerdas
A raíz de Lies of P he comprado esta edición del cuento original de Pinocho de Carlo Collodi. Aunque no pasa como con otros cuentos como Peter Pan, donde la historia contada por Disney es mucho más infantil que la versión original, tiene ciertos elementos que chocan. Y es bonito descubrir que, en realidad, Pinocho se carga a Pepito Grillo de un zapatazo la primera vez que lo ve. Para que aprenda a dar consejos cuando nadie se los ha pedido.
Esta edición, en concreto, cuenta con las ilustraciones del cuento original y con varias anotaciones bastante interesantes, intentando dar contexto a algunos sucesos o a diferentes interpretaciones de algunas frases. Desde aquí lo puedes comprar, por si también te ha entrado el gusanillo.
Y por si te lo estás preguntando: no, no tiene mucho que ver con lo mostrado en Lies of P. Algunos nombres, personajes y situaciones pueden cuadrar, pero es una interpretación libre.
Cuando tengo razón… la tengo
No es la primera vez que lo comento por aquí e incluso le dediqué un artículo completo: el futuro de las consolas de videojuegos pasa porque desaparezcan. Ayer mismo, Xbox confirmó un acuerdo con Amazon para que los poseedores de un Fire TV Stick (el mando de la compañía para la tele, con Alexa incorporada) puedan jugar directamente en la televisión a través de la app de Xbox.
Es, literalmente, tener una Xbox sin tener una Xbox.
La nube lo permite y en el futuro será la norma. Las marcas que conocemos, probablemente, seguirán existiendo, pero como plataformas digitales desde las que jugar, no como plataformas de hardware. Es un paso tecno-lógico (perdón).
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