Harry Potter: Magic Awakened tiene algo que me hubiese encantado ver en Hogwarts Legacy (y en otros videojuegos basados en licencias)
Debes saber reconocer las limitaciones de tu equipo de desarrollo y buscar alternativas.
Hogwarts Legacy (Avalanche Software, 2023) consiguió fascinarme dentro de los muros del colegio de magia y hechicería más famoso de la historia y repelerme fuera de ellos, debido a un planteamiento de mundo abierto muy poco original e interesante que cuenta con muchos de los problemas a los que aludía de forma algo indirecta el otro día en este artículo. La representación de un lugar tan icónico como Hogwarts en la literatura y el cine encuentra en el medio del videojuego una representación a la altura, algo que no ocurre con sus escenarios adyacentes y con otro grave problema que he visto subsanado, para mi sorpresa, en un juego para móviles: su contexto temporal.
Es palpable que Hogwarts Legacy se siente incapaz de narrar una historia que vaya más allá de los clichés y de los -pobres- guiños a la obra original. No hay ni un sólo suceso remarcable ni un personaje que no sea anodino. Faltan ideas que trasladar en un videojuego basado en una de las obras juveniles más imaginativas jamás creadas y, para mí, es un problema del espacio temporal elegido: trasladarse al pasado de los hechos que todos conocemos -seamos o no fans acérrimos del contenido original- es un error, que se hubiese podido subsanar al realizar lo mismo que Harry Poter: Magic Awakened (Warner Bros. Games, 2023), emplazando sus sucesos en el futuro más inmediato.
Vaya por delante que suelo ser contrario a la idea de crear un videojuego -o cualquier otra expresión- basada en una licencia conocida que parezca vivir únicamente de los guiños y los personajes ya creados. Prefiero que los autores saquen a relucir su propia imaginación, que aprovechen el espacio y el contexto para narrar otras historias complementarias, y soy de los que siguen pensando que la serie de The Last of Us de HBO sería mucho mejor si contase otro suceso diferente al que ya hemos experimentado en los videojuegos de Naughty Dog, por ejemplo. Sin embargo, si no eres capaz de hacerlo (y tienes que ser consciente de ello durante el desarrollo), debes optar por un camino mucho más sencillo, y es algo que Avalanche debería haber planteado en Hogwarts Legacy.
Harry Potter, sus personajes y escenarios, forman parte de la cultura popular. Es un universo reconocible incluso para aquellos que jamás han abierto uno de sus libros o han visto una única escena de las películas. Situar al jugador como un alumno del colegio de magia después de los acontecimientos de la obra original hubiese sido infinitamente más interesante. Al igual que en Magic Awakened, muchas de las conversaciones girarían en torno a los sucesos que conocemos, volverían a aparecer personajes reconocidos y ya construidos -y mucho más interesantes que los creados para Hogwarts Legacy- que permitirían cimentar una historia más reconocible, fácil de vertebrar y, sobre todo, más disfrutable por todos.
No comulgo con Harry Potter: Magic Awakened -no suelo hacerlo, en general, con los juegos destinados al mercado móvil-, pero reconozco haber sentido un interés mucho más genuino que el que viví con Hogwarts Legacy al descubrir a la profesora McGonagall ejerciendo como directora del colegio, o encontrarme a Neville Longbottom como nuevo profesor de Herbología. Imagina desplazarte por Hogwarts y descubrir los restos de los sucesos más icónicos de Harry Potter, de su batalla con Voldemort, de cómo ha madurado y se ha instaurado como leyenda dentro de sus propias paredes con el paso de los años. Es una oportunidad perdida en el juego de Avalanche, porque su propia creación no es capaz de situarse a esa altura.
Conocer tus limitaciones como creador forma parte del desarrollo de un videojuego. Si sabes que construir una historia original es uno de los pilares más débiles de tu equipo, que no es capaz de crear nuevos personajes destacables en un universo tan icónico, debes reconocer la alternativa más factible: utilizar lo que ya forma parte de la cultura popular, aprovecharte de ello y del conocimiento de sus propios fans, creando un espacio donde todos -sean más o menos conocedores- puedan maximizar su satisfacción de descubrimiento. No hubiese solucionado todos los problemas de Hogwarts Legacy (al igual que no hace que Harry Potter: Magic Awakened sea un videojuego que me parezca interesante), pero era un camino más obvio que transitar por el estudio tras conocer tus propias limitaciones.
Tras jugar a Harry Potter: Magic Awakened y descubrir que se trata de un híbrido de juego de cartas con elementos MMO, siento que es una decisión todavía más ilógica, porque este tipo de juego se presta más a un contexto pretérito, con una menor importancia en los personajes y en la historia, que el de Hogwarts Legacy. Yo hubiese hecho lo contrario, situando al videojuego para consolas y PC en el futuro de los sucesos conocidos por todos y el juego para móviles en el pasado, porque su historia y personajes son mucho menos importantes en su núcleo.
Al menos sigue siendo una posibilidad muy real y no descarto ver cómo se explota este contexto temporal -u otros- en futuros juegos de la saga Hogwarts Legacy, que tras su imparable éxito tiene el futuro asegurado. Con esto y con un cuidado mucho mayor a los elementos que no forman parte del famoso castillo, tendrán toda mi curiosidad.
Lo que más pena me da es que este juego tiene 2 cosas que me gustaría ver en su hermano mayor y ya no veremos. Lo primero es un estilo visual propio, alejado del realismo y uqe en mi opinión le sienta genial. Y lo segundo, es que el inicio de la aventura, aun siendo escueto, me gustó más visitando el callejón diagon, conociendo a tus compañeros y montándome en el tren. Y encima como bola extra, entras como alumno de primero, no en quinto a lo loco!